Sentirnos con decaimiento, falta de concentración, mal humor y un metabolismo aletargado son consecuencia de un ritmo de vida que obliga a salir de la cama, ducharse rápidamente y prácticamente salir sin desayunar a enfrentar la jornada laboral o educativa.
La vida moderna tiene un sinnúmero de beneficios, vivimos más tiempo, las distancias se han acortado, nos comunicamos con la rapidez de un email, las ventajas de la modernidad son innumerables. La contracara es que el ritmo de trabajo y exigencias conlleva cuestiones poco saludables: estrés, cansancio crónico y mala alimentación.
El dicho dice "desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo", según especialistas en nutrición es sabio: comer bien para recibir buena energía antes de comenzar el día, alimentarse bien en la mitad del día y antes de dormir una ingesta liviana.
Recordemos la definición de “desayuno” un término que refiere a la primera comida del día, des-ayuno (interrumpir el ayuno). Sin embargo, esta buena costumbre corre el riesgo de desaparecer. Salir de nuestro hogar a las apuradas, con apenas una taza de café en la mano, esta es una mala costumbre tristemente en aumento.
Consecuencias de saltearse el desayuno: fatiga, decaimiento, falta de concentración, mal humor, producido por la falta de glucosa, el principal combustible energético del cuerpo humano.
Razones para optar por un buen desayuno:
El buen desayuno debe ser balanceado, pobre en grasas saturadas y rico en carbohidratos, vitaminas y minerales, esto ayuda al vigor y agilidad mental al comenzar el día para trabajar o estudiar. La glucosa ingerida es un medio que actúa en la metabolización de los carbohidratos. Al no consumir una pequeña porción de azúcar diaria es más difícil el proceso de adelgazamiento ya que no se metabolizan apropiadamente los carbohidratos, el descenso de peso de hace más lento y difícil. Si no ingerimos durante el desayuno es probable que horas más tarde tengamos tanta hambre que podamos comer el doble que lo podríamos comer habitualmente. La falta de alimentos produce en el organismo cansancio. Si salteamos el desayuno cuerpo no puede cumplir con las exigencias mínimas diarias.
Saltear una comida produce que el metabolismo se haga más lento porque piensa que debe guardar energía, para quienes busquen un descenso o mantenimiento de peso corporal esto producirá el efecto contrario.
La recomendación entonces como regla de oro es levantarse con tiempo, quizás diez minutos más temprano, diez minutos para una vida más saludable.
Referencias:
Consejos saludables: Blog del descanso colchones lo monaco un espacio creado íntegramente para aconsejar sobre salud, nutrición, posturas, hábitos, buen dormir y más.
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